Mi fe, mi fuerza
Diez años de crecimiento espiritual y gratitud.


Mi nombre es Aldo Rodríguez, y si algo ha sostenido mi camino durante esta década de esfuerzo, aprendizajes y logros, ha sido la fe. A lo largo de estos diez años, he descubierto que lo más valioso no siempre se ve, pero se siente en el alma: la paz de saber que no camino solo.
Desde mis años de estudiante hasta hoy, como esposo, padre y emprendedor, he procurado mantener mi vida espiritual como un pilar esencial. Sigo firme en mi fe católica, que me guía en mis decisiones y me inspira a vivir con propósito. He participado en apostolados, retiros, y momentos de servicio que han renovado mi espíritu y alimentado mi vocación de ayudar a los demás.
Ser católico no es una etiqueta para mí, es una forma de vivir: con amor, con entrega, y con la convicción de que cada talento que tengo es un regalo que debo multiplicar. Mi sueño es que mis hijos crezcan viendo esa fe en acción, y que mi trabajo, por exitoso que sea, nunca opaque el verdadero sentido de mi vida.